Aspirantes presidenciales en Colombia estrechan lazos con el sector empresarial de cara a 2026

En el contexto de las elecciones presidenciales de 2026 en Colombia, varios aspirantes han comenzado a fortalecer sus vínculos con importantes empresarios del país, buscando apoyo financiero y político para sus campañas. Entre los nombres que destacan se encuentran Vicky Dávila, Claudia López y Miguel Uribe Turbay, quienes, desde distintos sectores ideológicos, han iniciado contactos con las élites económicas con el fin de consolidar sus aspiraciones presidenciales.
Vicky Dávila, conocida por su trayectoria como periodista y su postura crítica hacia el gobierno de Gustavo Petro, oficializó su candidatura presidencial en noviembre de 2024. Su salida de la dirección de la revista Semana para enfocarse en la contienda ha generado atención, especialmente por su cercanía con Gabriel Gilinski, propietario del medio de comunicación. Aunque no se han revelado detalles específicos de reuniones con otros empresarios, su vínculo con Gilinski sugiere una relación estrecha con sectores poderosos del ámbito financiero y mediático, lo que podría fortalecer su campaña en términos de visibilidad y recursos.
Por su parte, Miguel Uribe Turbay, senador del Centro Democrático y figura destacada dentro del uribismo, se perfila como uno de los principales candidatos de la derecha. Su trayectoria política, marcada por su paso como secretario de Gobierno de Bogotá y su candidatura a la alcaldía en 2019, le ha permitido tejer relaciones con importantes grupos empresariales. En campañas anteriores, Uribe ha recibido el respaldo financiero de compañías como Grupo Argos, Bancolombia y Seguros Bolívar, lo que indica una consolidación de sus lazos con el sector privado.
En cuanto a Claudia López, exalcaldesa de Bogotá, aunque no ha confirmado oficialmente su intención de postularse, su nombre ha sido mencionado como una posible candidata del centro político. López ha enfrentado críticas por parte de sus opositores, como Miguel Uribe, quien la ha acusado de manejar nóminas paralelas y prácticas clientelistas durante su administración. Hasta el momento, no se han documentado acercamientos recientes entre López y el sector empresarial, aunque en campañas anteriores recibió apoyo financiero de reconocidas firmas colombianas.
Estos movimientos evidencian una dinámica tradicional en la política colombiana, donde las alianzas con el sector empresarial resultan clave para garantizar el financiamiento y la viabilidad de las campañas presidenciales. A medida que se acerca la contienda electoral, es previsible que más candidatos busquen fortalecer sus vínculos con las élites económicas para asegurar recursos y respaldo estratégico.