El Partido Conservador Colombiano celebró recientemente una reunión clave en Bogotá con el objetivo de reforzar su unidad interna y mejorar la coordinación de su bancada en el Congreso. Este encuentro se produce en un momento en el que han surgido tensiones y señalamientos de “indisciplina” dentro del partido, lo que ha generado preocupación sobre la capacidad de actuar con cohesión frente a temas legislativos importantes.
La colectividad busca evitar que las decisiones internas sigan viéndose afectadas por posturas individuales que no representan necesariamente el consenso partidario. Durante la reunión, los líderes conservadores discutieron mecanismos para alinear mejor sus posturas políticas y legislativas, fortalecer la estructura interna y reafirmar su identidad ideológica dentro del panorama político colombiano.
Este esfuerzo de reorganización no solo está motivado por los desafíos actuales en el Congreso, sino también por una visión estratégica a mediano plazo: el partido quiere llegar con fuerza a las elecciones presidenciales de 2026. Para ello, los conservadores aspiran a presentar un candidato propio, lo que implicará una hoja de ruta clara y una bancada sólida y disciplinada que respalde sus posiciones y propuestas ante el país.
La reunión también sirvió para debatir posibles alianzas y revisar el papel del partido dentro de la actual coyuntura política, marcada por un gobierno que ha generado divisiones en el espectro de centroderecha. Aunque no se anunciaron nombres concretos de precandidatos, sí se evidenció la intención de posicionarse como una opción relevante y con identidad clara frente a los electores.
