El Gobierno Nacional ha decretado un “día cívico” para este martes con el fin de facilitar la participación en las marchas convocadas en apoyo a las reformas impulsadas por el presidente Gustavo Petro. Sin embargo, la medida ha generado una fuerte división con los mandatarios locales, pues un número significativo de alcaldes de capitales y gobernadores han manifestado que no acatarán la decisión ni se sumarán a la jornada.
El ministro del Interior, Armando Benedetti, criticó la postura de estos funcionarios, asegurando que su negativa obedece a intereses políticos y no a razones administrativas o de gobernabilidad. Según Benedetti, la falta de apoyo por parte de los gobernadores y alcaldes evidencia una estrategia de oposición contra las iniciativas del Ejecutivo.
Por su parte, los mandatarios locales argumentan que la declaratoria de un día cívico no es una decisión que deba tomarse a la ligera, pues podría afectar el normal funcionamiento de las ciudades y departamentos. Algunos han señalado que no es apropiado promover una jornada no laboral para favorecer movilizaciones, mientras que otros consideran que esta acción sienta un precedente preocupante en términos de imparcialidad del Estado.
Esta polémica se da en un contexto de alta tensión política en el país, donde las reformas del gobierno han generado un fuerte debate y la movilización en las calles se ha convertido en una herramienta clave tanto para el oficialismo como para la oposición. Se espera que las marchas de este martes sean multitudinarias, con participación de ciudadanos y sectores afines al Gobierno, mientras que los mandatarios que han rechazado el día cívico mantienen su postura de no respaldar la iniciativa.
