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“Camino a una Constituyente de tres meses: el plan de Gustavo Petro para transformar el Estado colombiano”

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha planteado la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente como instrumento para llevar a cabo lo que considera unam reforma profunda del Estado, con el fin de consolidar un modelo de Estado social de derecho.   Algunos de los elementos clave de su propuesta, así como los retos y controversias que ha suscitado, se pueden resumir así:

Objetivo de la iniciativa

Petro sostiene que la actual Constitución de 1991 no ha sido aplicada en plenitud y que el Estado colombiano permanece atrapado en estructuras de poder que impiden la justicia social, la paz y la equidad.   En ese sentido, la asamblea propuesta no busca solo hacer reformas parciales, sino dotar al país de una estructura institucional que permita ejecutar los mandatos sociales que, según el mandatario, han quedado rezagados.  

Proceso y cronograma planteado

Petro ha señalado que el mecanismo se llevaría adelante –en su visión– mediante una papeleta adicional en las elecciones de 2026, en la que los ciudadanos decidirían si están de acuerdo con convocar la asamblea.   Asimismo, ha afirmado que la duración del proceso podría ser relativamente breve —“solo tres meses”, dijo en una intervención—, pues no pretende redactar una nueva Constitución desde cero, sino “volver práctica” la vigente.   Además, ha señalado que él mismo no participará como mandatario en esa instancia, sino como ciudadano común.  

Temas sobre la mesa

Entre los asuntos que Petro identifica como urgentes están:

• Reforma agraria y distribución de la tierra.  

• Crisis climática, protección del medio ambiente y agua como bien común.  

• Participación ciudadana, poder de decisión territorial (municipios, ordenamiento).  

• Justicia social para los trabajadores: participación en utilidades, reconocimiento del trabajo digno.  

Retos jurídicos e institucionales

La propuesta ha recibido críticas importantes desde el mundo jurídico y político por varias razones:

• La convocatoria de una asamblea constituyente está regulada en la Constitución y, según algunos juristas, no puede promoverse únicamente por iniciativa del Ejecutivo sin cumplir ciertos pasos formales.  

• Existe escepticismo respecto a que los plazos sean realistas: el tiempo que demanda la convocatoria, la elección de los constituyentes, su funcionamiento y la aprobación de reformas puede superar con creces los tres meses estimados.  

• Hay preocupación de que la iniciativa pueda debilitar instituciones democráticas o abrir la puerta a procesos de carácter plebiscitario sin contrapesos adecuados.  

Posición política del Ejecutivo

El gobierno de Petro ha defendido que la asamblea constituyente no es un proyecto de poder personal ni para reelegirse, sino una vía para dar voz al pueblo en un momento de cambio social.   Al mismo tiempo, la iniciativa forma parte de una estrategia más amplia para remozar instituciones y avanzar en reformas estructurales que, según el Ejecutivo, están bloqueadas en el Congreso.  

Resumen final

En suma, la propuesta de Asamblea Constituyente que impulsa el presidente busca convocar al pueblo para definir un nuevo escalón de reformas estructurales, con un proceso relativamente breve y orientado a ejecutar lo que la Constitución de 1991 consagra pero que, según el Gobierno, no se ha aplicado. El planteamiento está cargado de ambición política y social, pero también de desafíos legales, institucionales y de viabilidad práctica.

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