Choque entre Petro y Galán por racionamiento de agua: “Bogotá no está muriendo”, responde el alcalde

Durante una transmisión oficial de un consejo de ministros, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, lanzó una dura crítica a la administración del alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, por la crisis de abastecimiento de agua que enfrenta la capital del país. Petro afirmó que “Bogotá está muriendo”, en referencia al desabastecimiento hídrico y a lo que él considera una mala planificación urbana que ha llevado a una situación insostenible.
Según el mandatario, el modelo de expansión de la ciudad hacia la Sabana ha deteriorado las fuentes hídricas y reducido la capacidad de los ecosistemas para abastecer agua. Criticó especialmente las políticas urbanísticas impulsadas por gobiernos anteriores, mencionando en particular al exalcalde Enrique Peñalosa, y cuestionó los efectos del desarrollo inmobiliario que ha promovido la ocupación de áreas ambientalmente sensibles.
Además, Petro expresó preocupación por las medidas de racionamiento de agua implementadas por Galán, señalando que no se está abordando el problema de fondo y que se ha privilegiado el crecimiento urbano desordenado sobre la protección de las fuentes naturales. También llamó a replantear el modelo de ciudad y a adoptar medidas estructurales que permitan enfrentar el cambio climático y evitar futuras crisis.
La respuesta del alcalde Carlos Fernando Galán no se hizo esperar. En declaraciones a medios de comunicación, desestimó la afirmación del presidente, afirmando que “Bogotá no está muriendo” y que si bien la ciudad enfrenta una situación compleja, su administración está actuando con responsabilidad. Galán defendió el plan de racionamiento como una medida preventiva y transitoria para garantizar el abastecimiento en el mediano plazo y anunció inversiones en infraestructura hídrica.
El alcalde también señaló que está trabajando en estrategias para diversificar las fuentes de agua y mejorar la eficiencia del sistema, al tiempo que destacó la necesidad de colaboración institucional para afrontar los desafíos climáticos y urbanísticos.
Esta confrontación refleja una tensión política creciente entre el Gobierno Nacional y la Alcaldía de Bogotá, no solo en torno a la crisis hídrica, sino en temas como el metro, la vivienda y el ordenamiento territorial. La escasez de agua en Bogotá, sumada a los efectos del fenómeno de El Niño, ha puesto en evidencia la vulnerabilidad de la capital frente al cambio climático y la necesidad urgente de repensar su modelo de desarrollo.