Colombia inicia un nuevo periodo legislativo en medio de fragmentación y desafíos políticos

El Congreso de Colombia reanuda sus sesiones ordinarias con un panorama político marcado por la fragmentación y la necesidad del gobierno de Gustavo Petro de construir alianzas para avanzar en su agenda legislativa. Aunque el Pacto Histórico, coalición oficialista, mantiene una presencia importante en el Legislativo, no cuenta con mayoría absoluta, lo que lo obliga a negociar con otros sectores políticos.
Uno de los movimientos estratégicos del gobierno ha sido su acercamiento al Partido Alianza Verde, incorporando a figuras de esta colectividad en el gabinete, como Antonio Sanguino en el Ministerio del Trabajo. Sin embargo, estas decisiones han generado divisiones internas en el partido, reflejando la volatilidad del escenario político.
Las reformas clave en la agenda del gobierno incluyen la reforma a la salud, que busca modificar el sistema de aseguramiento y el papel de las EPS; la reforma laboral, orientada a mejorar las condiciones de los trabajadores; y la jurisdicción agraria, que pretende agilizar la resolución de conflictos sobre tierras. No obstante, la falta de una mayoría clara en el Congreso y la resistencia de algunos sectores podrían dificultar la aprobación de estos proyectos.
Además, la coyuntura política está marcada por la reciente salida de ministros clave, lo que ha generado incertidumbre sobre la estabilidad del gabinete. A esto se suman crisis de seguridad en regiones como el Catatumbo, donde el gobierno ha debido declarar un estado de conmoción interior. Estos factores podrían desviar la atención del Congreso hacia otros temas urgentes, afectando la viabilidad de las reformas propuestas.
Con un Congreso dividido y un gabinete en reorganización, el éxito del gobierno dependerá de su capacidad para consolidar apoyos y sortear los desafíos políticos y sociales que enfrenta el país.