El Programa de Alimentación Escolar (PAE) vuelve a estar en el centro de la controversia tras denuncias de presuntas irregularidades en su ejecución. Padres de familia, docentes y organizaciones sociales han alertado sobre problemas como retrasos en la entrega de alimentos, baja calidad de los insumos y posibles sobrecostos en los contratos.

En varias regiones del país, se han reportado casos de raciones insuficientes para los estudiantes, así como alimentos en mal estado. Además, algunos contratistas han sido señalados por no cumplir con los estándares establecidos, generando preocupación sobre el impacto en la nutrición y el rendimiento académico de los niños beneficiarios.

Ante estas denuncias, el Ministerio de Educación aseguró que se están realizando auditorías para investigar las posibles irregularidades y garantizar la correcta ejecución del programa. Sin embargo, líderes sociales exigen mayores controles y sanciones más severas para los responsables de fallas en un programa clave para millones de estudiantes en Colombia.