División en el alto gobierno por contrato de pasaportes lleva a Petro a evaluar reestructuración ministerial
Tras su regreso de Europa, el presidente Gustavo Petro se encuentra en una fase de evaluación clave respecto a su equipo de gobierno, en medio de una creciente controversia sobre la contratación para la elaboración de pasaportes. La disputa ha escalado hasta alcanzar a dos figuras centrales de su gabinete: la canciller Laura Sarabia y el jefe de gabinete, Alfredo Saade.
El punto de quiebre ha sido la decisión del Gobierno de adjudicar de manera directa el contrato de emisión de pasaportes a la Imprenta Nacional, en alianza con la Casa de la Moneda de Portugal, dejando de lado un proceso licitatorio abierto. Esta medida fue defendida por Saade, quien ha asegurado que el acuerdo con Portugal garantiza la soberanía tecnológica del país y evita posibles vicios en la contratación. No obstante, fue duramente cuestionada por Sarabia, quien expresó su desacuerdo con esa determinación y, en consecuencia, presentó su renuncia irrevocable al cargo de ministra de Relaciones Exteriores.
Petro, al regresar de su gira internacional, deberá tomar decisiones que podrían reconfigurar su gabinete. La renuncia de Sarabia no solo implica una pérdida sensible de una funcionaria cercana, sino que expone fisuras internas dentro del alto gobierno sobre la manera en que se toman decisiones clave. Además, este episodio profundiza la crisis política que enfrenta la Casa de Nariño, ya afectada por controversias recientes y divisiones en el seno del Pacto Histórico.
Se espera que en los próximos días el mandatario anuncie medidas concretas, tanto sobre el futuro del contrato de pasaportes como sobre eventuales cambios en el gabinete. Todo indica que se avecina una recomposición del equipo presidencial, y que Petro tendrá que inclinarse entre respaldar el modelo defendido por Saade o reconsiderar la postura crítica de Sarabia.
