El Gobierno de Gustavo Petro enfrenta nuevas tensiones internas tras la decisión de reincorporar a Armando Benedetti y Laura Sarabia en cargos clave de la administración. Durante un Consejo de Ministros transmitido en vivo el 4 de febrero de 2025, la vicepresidenta Francia Márquez manifestó abiertamente su inconformidad con estos nombramientos, dejando en evidencia las fracturas dentro del gabinete presidencial.
Francia Márquez no ocultó su malestar con Laura Sarabia, recientemente designada como canciller, y reveló que ha tenido que exigirle un trato adecuado en reiteradas ocasiones. “Me ha tocado decirle: ‘Respéteme, que soy la vicepresidenta’”, afirmó Márquez, insinuando un historial de tensiones con Sarabia.
Además, Márquez expresó su rechazo a la reincorporación de Armando Benedetti, quien fue nombrado jefe de despacho. “No estoy de acuerdo con esta decisión”, sentenció la vicepresidenta, recordando que Benedetti ha estado involucrado en controversias que han afectado la estabilidad del Gobierno.
No solo Márquez ha mostrado descontento. La ministra de Ambiente, Susana Muhamad, también criticó la designación de Benedetti, argumentando que su regreso al Ejecutivo va en contra de los principios feministas que defienden varios sectores del gobierno progresista de Petro. “Como feminista, yo no me puedo sentar en esta mesa de gabinete con Armando Benedetti”, declaró Muhamad, subrayando su postura frente al nombramiento.
Ante las críticas, el presidente Gustavo Petro defendió la reincorporación de Benedetti, destacando que todos merecen una segunda oportunidad. Petro recordó que Benedetti fue el primer congresista en apoyarlo en tiempos difíciles, cuando el país enfrentaba la amenaza paramilitar. Con esta justificación, el mandatario reafirmó su decisión de contar nuevamente con Benedetti en su equipo de gobierno.
Este episodio deja en evidencia las crecientes diferencias dentro del Ejecutivo y el descontento de varios miembros del gabinete con algunas decisiones del presidente. La tensión entre Márquez y Sarabia, sumada a la oposición de figuras clave como Muhamad, refleja un escenario de divisiones que podría impactar la estabilidad de la administración de Petro en los próximos meses.
El choque de posturas dentro del Gobierno muestra que el proyecto progresista del presidente enfrenta obstáculos no solo desde la oposición, sino también dentro de sus propias filas.
