Tensión política: exministros y Cecilia López rechazan críticas de Petro sobre su gobierno

El presidente Gustavo Petro reavivó la controversia política al calificar como un “error inmenso” la inclusión de los exministros José Antonio Ocampo, Alejandro Gaviria y Cecilia López en su gabinete al inicio de su mandato. Durante una reciente transmisión del Consejo de Ministros, Petro argumentó que su intención de formar un gobierno de unidad con figuras de diferentes sectores políticos terminó perjudicando su administración, ya que, según él, estos exfuncionarios “saboteaban el programa de gobierno desde adentro”.
Las declaraciones de Petro generaron inmediatas reacciones. Alejandro Gaviria, exministro de Educación y exprecandidato presidencial, respondió en una entrevista con Blu Radio, admitiendo que aceptar el cargo ministerial en el gobierno del Pacto Histórico también fue un error de su parte. Según Gaviria, nunca hubo un interés genuino por parte del presidente en llegar a consensos con otros sectores, y sugirió que quienes realmente fueron engañados fueron él y los demás exministros que intentaron trabajar en el Ejecutivo.
Por su parte, Cecilia López, exministra de Agricultura, también rechazó las afirmaciones de Petro, asegurando que siempre trabajó con rigor técnico y en favor de las políticas que beneficiaran a los colombianos. López criticó la tendencia del mandatario a culpar a terceros de las dificultades que enfrenta su gobierno en lugar de asumir responsabilidades.
El presidente también mencionó a la exalcaldesa de Bogotá, Claudia López, a quien ha acusado en varias ocasiones de traición. En respuesta, López utilizó sus redes sociales para rechazar estas afirmaciones y contrarrestar el discurso del presidente, señalando que hel verdadero traidor es él, pues ha defraudado la confianza de quienes votaron por un cambio.
Este cruce de declaraciones refleja el creciente distanciamiento entre Petro y figuras políticas que en algún momento estuvieron vinculadas a su gobierno o mantuvieron posiciones cercanas. También deja en evidencia las dificultades del presidente para consolidar alianzas en el Congreso y con otros sectores políticos, lo que podría afectar la gobernabilidad de su administración en los meses venideros.
En un contexto de alta polarización y con la oposición ganando terreno, los ataques de Petro a sus exministros y aliados parecen marcar un intento de reconfigurar su narrativa política, atribuyendo parte de los problemas de su gestión a quienes en su momento fueron designados para ayudar a implementarla.