El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, activó el “Plan Escudo Bolivariano”, un despliegue militar estratégico destinado a proteger la soberanía nacional frente a amenazas internas y externas. La medida incluye ejercicios de defensa integral y un aumento de tropas en fronteras clave como Colombia, Brasil y el Caribe.
El contexto es crítico: sanciones internacionales, protestas sociales y un deterioro económico acentúan las tensiones en el país. Mientras el gobierno defiende el plan como una acción preventiva, la oposición lo considera un intento de desviar la atención de los problemas internos. Reacciones internacionales varían, con apoyo de aliados como Cuba y preocupación en los Colombia.
Esta acción resalta la estrategia de Maduro para fortalecer su control en un entorno político y social altamente volátil.
