El proceso de revisión del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Colombia y Estados Unidos, iniciado por el gobierno de Gustavo Petro en busca de mayor equidad comercial, parece haber llegado a un punto final sin cambios significativos. Fuentes cercanas a las conversaciones aseguran que no habrá renegociación del acuerdo, lo que deja en el aire las expectativas de sectores agrícolas y laborales colombianos que pedían ajustes en favor de los productores nacionales.
El gobierno colombiano planteó inicialmente revisar temas como aranceles y subsidios estadounidenses que afectan a productos locales. Sin embargo, la respuesta de Washington fue firme: mantener las condiciones originales. Este desenlace genera críticas entre gremios que ven el TLC como desfavorable, mientras expertos advierten sobre los riesgos de tensar relaciones bilaterales clave. Con esto, la alianza comercial sigue su curso bajo los términos pactados en 2012.
