“Alianza Verde enfrenta tensiones internas mientras mantiene su influencia en el gobierno de Petro”

El presidente Gustavo Petro ha intensificado sus vínculos con el Partido Alianza Verde en un esfuerzo por fortalecer su gabinete y asegurar una mayor gobernabilidad en el Congreso. Recientemente, nombró a Antonio Sanguino, una figura destacada dentro de los Verdes, como Ministro del Trabajo, y a Paula Andrea Cepeda, cercana al gobernador de Boyacá, Carlos Amaya, como directora del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA). Estas designaciones buscan integrar a sectores afines a su proyecto político y consolidar alianzas estratégicas.
Además, Petro ha mantenido una relación cercana con Jaime Raúl Salamanca, representante verde y presidente de la Cámara de Representantes desde julio de 2024. Salamanca ha sido un aliado clave en la discusión de reformas gubernamentales, como la de salud, y ha convocado a sus colegas a sesiones extraordinarias para avanzar en estas iniciativas. Asimismo, Carlos Amaya ha fortalecido su relación con el presidente, evidenciada durante su encuentro en la Cumbre Mundial de Gobiernos en Emiratos Árabes.
Sin embargo, estos acercamientos han profundizado las divisiones internas en el Partido Verde. La colectividad se encuentra fragmentada en tres corrientes: una que apoya al presidente, otra que aboga por la independencia y una minoría que se declara en oposición. Algunos miembros, como la senadora Andrea Padilla, han expresado su descontento con ciertas políticas gubernamentales y han manifestado su intención de mantener una postura independiente hasta que se cumplan compromisos específicos, como la agenda animalista.
Estas tensiones internas han llevado a debates sobre una posible escisión del partido. Algunos congresistas han solicitado formalmente la separación, argumentando diferencias ideológicas irreconciliables. Aunque se han propuesto soluciones para mantener la unidad, como permitir libertad en la campaña presidencial de 2026, la posibilidad de una división parece cada vez más inminente.
En el contexto legislativo, la relación entre los Verdes y el presidente se pondrá a prueba en las votaciones de la reforma a la salud en la plenaria de la Cámara de Representantes. Actualmente, de los 15 representantes verdes, ocho apoyan al Gobierno, cinco tienen posturas variables y dos se oponen a la mayoría de los proyectos del Ejecutivo. En el Senado, cinco de los ocho senadores respaldan a Petro, mientras que los demás mantienen posiciones independientes o de oposición. Las próximas votaciones serán determinantes para evaluar la cohesión interna del partido y su alineación con el Gobierno.