Tensiones resurgen en el gabinete de Petro pese a su llamado a la unidad por las reformas
El presidente Gustavo Petro enfrenta una nueva etapa de tensiones internas dentro de su gabinete, pese a sus esfuerzos por alinear a sus ministros en torno a los objetivos clave de su gobierno. El mandatario había dado una instrucción clara: dejar de lado los desacuerdos personales o políticos dentro del equipo ministerial para concentrarse en impulsar dos ejes fundamentales de su agenda —la consulta popular y las reformas estructurales—. En medio de esa directriz, incluso se percibió una aparente distensión entre dos figuras con antecedentes de conflicto: la canciller Laura Sarabia y el ministro del Interior, Armando Benedetti.
Sin embargo, la calma resultó ser efímera. Desde el pasado fin de semana, el ambiente en el gabinete volvió a deteriorarse, lo que indica que las diferencias internas persisten y que la “tregua” fue solo temporal. Esta situación refleja las dificultades del presidente Petro para mantener una cohesión duradera en su equipo de gobierno, a pesar de estar en un momento político crítico donde la unidad del gabinete es esencial para sacar adelante sus principales proyectos.
El “fuego amigo”, entendido como los ataques o tensiones provenientes de actores dentro del mismo gobierno, parece mantenerse como un obstáculo constante. La gestión de Petro se ve así afectada no solo por los desafíos externos que enfrentan sus políticas, sino también por la falta de disciplina interna y la persistencia de pugnas personales y políticas entre sus colaboradores más cercanos. Esta nueva escalada de tensiones podría afectar la efectividad del gobierno y debilitar el respaldo necesario para avanzar en sus iniciativas más ambiciosas.
