Tensión en el uribismo: precandidatos internos y externos se disputan la sucesión política

Tras el asesinato del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, el Centro Democrático enfrenta un momento de alta tensión interna y de redefinición de su estrategia electoral de cara a las elecciones de 2026. La inesperada ausencia de Uribe, quien representaba una de las cartas más fuertes del partido, dejó un vacío de liderazgo que ha abierto la puerta a nuevos nombres y a un pulso interno por el control de la candidatura presidencial.
Actualmente, dentro del partido se mantienen en competencia las senadoras Paloma Valencia, María Fernanda Cabal y Paola Holguín, así como el senador Andrés Guerra, quienes buscan posicionar sus aspiraciones y fortalecer sus apoyos en las bases uribistas. Sin embargo, la situación se ha complicado por la aparición de tres posibles precandidatos externos, figuras cercanas al partido pero sin militancia formal en él, lo que ha generado resistencias en varios sectores que consideran que la candidatura debe recaer en alguien de la colectividad.
Este debate ha exacerbado las divisiones internas: mientras algunos dirigentes apuestan por abrir el abanico hacia líderes externos con mayor proyección electoral, otros defienden la necesidad de mantener la identidad partidista y respaldar a quienes han trabajado desde dentro. En cualquier caso, la decisión sobre quién será el candidato uribista tendrá un impacto determinante en la reconfiguración de la derecha colombiana y en la competencia por el poder en 2026.
La muerte de Miguel Uribe no solo obligó al Centro Democrático a replantear su estrategia, sino que también dejó en evidencia la fragilidad de la seguridad política en el país y la urgencia de tomar decisiones rápidas en un escenario electoral que se acelera. El partido, fundado por el expresidente Álvaro Uribe, se encuentra en un punto de inflexión que definirá su cohesión interna y su viabilidad como fuerza determinante en la próxima contienda presidencial.